En el sector noreste de Maracay, se encuentra la Urbanización San Jacinto, un espacio urbano que nació de las tierras de la antigua Hacienda San Jacinto. Esta transformación, que abarca siglos de historia, conecta a Maracay con personajes clave del pasado y refleja la evolución económica y social de la ciudad.
De hacienda agrícola a epicentro residencial
Los orígenes de San Jacinto se remontan al siglo XIX, cuando era una extensa hacienda agrícola y ganadera que producía cacao, café, caña de azúcar y ganado.
En sus tierras, se elaboraban productos como el chocolate y el papelón, impulsando la economía de la región.
En sus inicios, la hacienda era conocida como “parte de afuera Del Valle de Tucupido”. Sin embargo, fue Nicanor Linares, un destacado ministro de Hacienda, quien cambió su nombre a San Jacinto, en honor a la patrona de su esposa, Jacinta Parejo de Crespo.
Los años de Joaquín Crespo y Juan Vicente Gómez
En 1892, la hacienda pasó a manos del General Joaquín Crespo, un influyente caudillo militar que llegaría a ser Presidente de Venezuela en dos ocasiones.
Crespo convirtió a San Jacinto en un centro de poder y operaciones políticas, utilizándola como base para consolidar su influencia en la región.Años más tarde, la hacienda fue adquirida por el General Juan Vicente Gómez, quien estableció allí uno de sus centros de control militar y económico.
La presencia de Gómez en San Jacinto consolidó el rol estratégico de la hacienda, convirtiéndola en un símbolo de poder en la Venezuela gomecista.
Transformación urbana en la década de 1980
Con el crecimiento acelerado de Maracay en los años 80, las tierras de San Jacinto se transformaron en un proyecto urbanístico moderno impulsado por empresas privadas, lideradas por Proyecfín y Travurop Occidental.
El objetivo era crear una urbanización con amplias avenidas, edificios modernos y áreas comerciales, integrando espacios residenciales y recreativos para los habitantes de Maracay.
comerciales, integrando espacios residenciales y recreativos para los habitantes de Maracay.En el primer edificio construido, se plantó un pino tipo Caribe traído desde Uverito, estado Bolívar, como un símbolo de esperanza y prosperidad para la nueva etapa de San Jacinto. Este árbol, plantado con solemnidad, se convirtió en un punto de referencia icónico para los primeros residentes.
Un entorno residencial, comercial y cultural
Hoy, San Jacinto es un complejo residencial y comercial consolidado, donde la historia se entrelaza con la modernidad.
En su perímetro se erigen tres centros comerciales, espacios que albergan tiendas, restaurantes y servicios, brindando comodidad y esparcimiento a los residentes.
Además, San Jacinto está rodeado por avenidas estratégicas como la Avenida Aragua, la Avenida Constitución y la Avenida Intercomunal Maracay-Turmero, facilitando el acceso a otras áreas de la ciudad.
Entre sus puntos emblemáticos se destacan:
- La Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, un templo de arquitectura contemporánea que se erige como símbolo de fe.
- El Parque de Ferias de San Jacinto, un espacio para eventos y celebraciones que acoge actividades culturales y recreativas.
Un legado que perdura
Hoy en día, San Jacinto es un símbolo del crecimiento urbano de Maracay, un lugar donde los recuerdos de la hacienda agrícola coexisten con los edificios modernos.
Sus calles, parques y centros comerciales son un reflejo de cómo una hacienda histórica se transformó en un ícono residencial y comercial, un espacio donde el pasado y el presente se encuentran para dar forma al futuro de la ciudad.
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