¡Hola, Maracayeros! Hoy les traigo otra fascinante historia de Relatos de Aragua.
La Avenida Casanova Godoy, esa importante arteria vial que atraviesa nuestra Maracay, es mucho más que una vía que conecta urbanizaciones y vidas. Construida entre 1983 y 1997, en homenaje al visionario urbanista José Casanova Godoy, esta avenida representa el progreso y la unidad de la ciudad. Pero, bajo su apariencia tranquila y funcional, late un oscuro secreto que ha cautivado a generaciones: la leyenda de la novia fantasmal.
Un Amor Roto en la Carretera
Dicen que en una noche de luna llena, en 1996, una joven pareja recorría la avenida en un viejo Ford Fairlane. En un instante, la felicidad dio paso a la tragedia cuando el auto quedó destrozado contra un árbol. La novia, vestida de blanco, quedó atrapada entre los hierros retorcidos, su vestido manchado con la tragedia, y, con un último suspiro, la vida se le escapó bajo la fría luz de la luna.
Desde entonces, su figura etérea, envuelta en un velo blanco y sosteniendo un ramo de flores marchitas, vaga por la carretera, buscando desesperadamente a su amado. Algunos aseguran haberla visto en el asiento del copiloto de sus autos, con su rostro pálido iluminado por la luz de la luna. Otros dicen que aparece al borde de la avenida, levantando la mano como si quisiera que alguien la ayudara.
Un Eco en la Noche
Los conductores que han transitado por la Casanova Godoy en las noches más frías y solitarias narran experiencias inquietantes: escalofríos que recorren la espalda sin razón aparente, susurros que parecen surgir del viento, y la visión fugaz de una figura blanca que se desvanece lentamente entre la niebla. La leyenda de la novia fantasmal se ha convertido en parte del folklore maracayero, transmitida de boca en boca como un relato que mezcla el amor eterno con la tragedia.
Aunque los más escépticos atribuyen estas apariciones a juegos de luces o a la imaginación de los conductores cansados, muchos creen que su espíritu sigue vagando por la avenida, buscando la paz que le fue arrebatada aquella fatídica noche.
José Casanova Godoy, el visionario detrás de esta imponente avenida, seguramente nunca imaginó que su legado estaría marcado por una leyenda tan trágica y misteriosa. Hoy, la Casanova Godoy no es solo un símbolo del progreso y desarrollo de Maracay, sino también un lugar donde amor, pérdida y redención se entrelazan como un eco del pasado.
La próxima vez que transites por la Avenida Casanova Godoy, mira más allá del asfalto y los árboles. Quizás, en el silencio de la noche, escuches susurros en el viento o sientas el eco de una historia que el tiempo no ha podido enterrar.
Nos vemos el próximo domingo con más Relatos de Aragua. ¡Comparte esta historia con otro maracayero!
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