¿Un oso polar en Maracay? La fascinante historia detrás de esta estatua
Noviembre 28 de 20251. La excentricidad de un General: Un oso en el trópico
La llegada de un oso polar a Maracay, una ciudad de clima cálido y tropical, fue un evento tan inusual como predecible en su desenlace. Como era de esperarse, el clima no era adecuado para este majestuoso animal, y lamentablemente no pudo sobrevivir, marcando una efímera, pero impactante, presencia en la Ciudad Jardín.
Este acto, propio de la personalidad de Juan Vicente Gómez, subraya la capacidad del dictador para importar rarezas que cimentaran la imagen de su poder y control sobre el entorno, incluso desafiando las leyes de la naturaleza.
2. La inmortalización en bronce: Obra de Pietro Barozzi
En honor a su inusual y efímera mascota, Gómez encargó al reconocido escultor italiano Pietro Barozzi la creación de una imponente estatua para inmortalizar al animal.
La figura, elaborada en bronce, captura al oso polar en una pose desafiante, con la mirada fija hacia el horizonte. Esta escultura no solo fue un monumento a un animal, sino que se convirtió en un perdurable testimonio material de la opulencia y la excentricidad que caracterizaron el Maracay de la era gomecista.
3. Del zoológico a la universidad: El icono de la UPEL
Hoy, esta icónica estatua descansa en los terrenos de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), ubicada estratégicamente en la Avenida Las Delicias. La ubicación es un testimonio vivo de una época en la que lo inusual era parte de la cotidianidad maracayera.
Con los años, la estatua ha generado una curiosa confusión popular, siendo ocasionalmente identificada por visitantes con el famoso oso polar que sirve de logo a una reconocida marca de cerveza venezolana. Más allá de esta anécdota, esta inesperada conexión ha contribuido a popularizar aún más este peculiar monumento, consolidándolo como un punto de referencia para estudiantes, profesores y curiosos.
La estatua ha sido testigo de décadas de cambios. Aunque el oso real no pudo desafiar el clima tropical, su representación en bronce ha resistido el paso del tiempo, permaneciendo como un recordatorio fascinante de un periodo extravagante de nuestra historia.
La próxima vez que pases frente a la UPEL o camines por sus terrenos, detente un momento frente a esta majestuosa estatua. Admira su imponencia y reflexiona: ¿De verdad hubo un oso polar en Maracay? A veces, nuestra historia nos sorprende de las formas más inesperadas.
