Nuestro estado Aragua tiene muchas historias, mitos y leyendas, algunas fantásticas, otras mágicas y otras llenas de misterios que están resueltos o por resolverse. El día de hoy quiero compartir contigo la leyenda de la Montaña el Indio Acostado, cuentan que  forma parte de los inicios de La Victoria.

 

Hace años atrás, una hermosa princesa llamada Araguaney  soñaba con desposarse y buscaba constantemente un amor imposible. Un buen día, consulta con los hechiceros de la tribu, pero estos le prohiben bañarse en el rio bajo las noches de luna llena.
 
 
La princesa, desafiante e impetuosa, desobedece a los hechiceros. Inmediatamente se percata que entre árboles y sombras se aproxima una figura muy alta y con armas en mano, era el indio Tiquire, un antiguo rival de su padre y la tribu. Al conocerse, fue imposible evitar enamorarse y amarse sobre las piedras de aquel rio bajo la luna llena.

 

El padre de la princesa al enterarse de lo sucedido, decide encerrarla en una choza fuertemente custodiada debido a la rivalidad entre las tribus.

 

Una noche Tiquire decide rescatarla entre una dura batalla, logra su cometido, pero durante la huida Araguaney es atravesada por una flecha, Tiquire con la princesa en brazos huye hasta la cima del cerro, pero al llegar ya era tarde, la princesa había muerto.

 

La coloca en el suelo y se acuesta a su lado hasta quedarse dormido, al despertar la mañana siguiente para su sorpresa, encuentra un frondoso árbol de Araguaney, atónito decide recostarse en el árbol con brazos cruzados al pecho y permanece allí hasta que la luna llena paso a menguante y sus dioses lo convirtieron en una imponente montaña.

 

¿Qué te pareció esta leyenda? Yo siento que insinúa una enseñanza muy grande, el amor y la perseverancia pueden lograr metas que parecen imposibles, si das pasos firmes y luchas constantemente por lo que quieres, logras tu cometido. Nosotros nunca abandonaremos la perseverancia para que Aragua no olvide sus raíces, todos los días con amor traeremos para ti un nuevo #RelatosDeAragua